Cristo Rey según santa Teresa de Jesús

Por Fidel García Martínez

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Teresa de Jesús vive en un contexto socio-político y religioso en el que la Monarquía absoluta es la forma de gobierno más extendida en Europa católica, hasta la Reforma   protestante, que lucha por hacer de los reyes los cabezas visibles de las iglesias nacionales, como sucede hoy en la anglicana Inglaterra, la Reina es la cabeza visible de la Iglesia   en oposición al Papado. En España el Rey siempre estuvo por debajo del Papa, incluso en los tiempos del Emperador Carlos V de Felipe II, que no faltaron conflictos que siempre se solucionara acatando la autoridad del Romano Pontífice como última solución.

Santa Teresa distingue entre el Rey Eterno (Jesucristo) y los temporales. Ella vive la realeza de Cristo, principalmente como una experiencia místico-espiritual. Así afirma: No vendrá el Rey de la Gloria a estar unido con nuestra alma, si no nos esforzamos a ganar virtudes grandes” La experiencia mística hace posible que Jesucristo Rey more en el palacio del alma: “De muchas manera-dice- trata paz el Rey nuestro, y amistad con las almas” Más aún el alma se desposa con este Rey por amor: ¡Oh casamiento sagrado! Que el Rey de la Majestad haya sido el desposado! Dice a sus monjas: “¿Qué tal os parece que será el aposento adonde un Rey tan poderoso, tan sabio, tan limpio, tan lleno de todos los bienes se deleita? Poned los ojos en el centro del castillo, que es la pieza o palacio don está el Rey (…) de gran provecho es regalarnos en ser esposas de Rey tan sabio y poderoso”

Pero Santa Teresa tienen también una visión realista de los reyes que llama terrenos cuando afirma con ironía: Oh Rey de la Gloria y Señor de todos los reyes, cómo no es vuestro reino armado de palillos, pues no tiene fin” Además los reyes terrenos: “están obligados a mirar la honra del Señor que todos los que son menos, pues han de ser los reyes a quienes sigan”   Así hablando de la responsabilidad de los reyes terrenos afirma: “¡Oh Dios mío! Dadles a entender a lo que están obligados, pues los quisisteis Vos señalar en la Tierra de manera que aún he oído decir hay señales en el cielo cuando lleváis a algún rey”

Por Felipe II, el mayor de los reyes de España por mucho que la leyenda negra masónica se haya cebado en él con paroxismo cercano al satanismo. Santa Teresa siente un especial aprecio y admiración así escribe: El deseo que yo tenía que todo el mundo alabase a Nuestro Señor y ofreciésemos a este nuestro santo Rey Don Felipe, por cuyo medio lo había traído todo a buen fin”. Y en una carta le escribe: Harto gran alivio es que tenga Dios, Nuestro Señor, un tan gran defensor y ayuda para su Iglesia como VM”

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